Hoy, tomaré el camino más fácil. Hoy quiero que me mires a los ojos y me digas todo lo que quiero escuchar, con ese convencimiento tuyo,
ese toque que le das decorado por mis ojos. Hoy, píntamelo todo de color de rosa. Decora. Haz que todo suene música para mis oídos.
Venga, dímelo así como solo tú sabes, dímelo. Susúrrame cosas que hagan que se me ponga la piel de gallina. Dime todas esas cosas a las
que le daré vueltas durante horas antes de dormir, cuéntame todas esas cosas que les cuchicheare a mis amigas cuando vuelva a casa
y me responderán con el típico “ooooooooooh que lindo tia”. Venga hazlo, una vez más. Háblame como si fuera esa que tanto quiero ser,
esa princesa de cuento que todas quieren ser, que baja por la escalera mientras en el último escalón la agarra el príncipe azul de la cintura
y le dice con toda la sinceridad del mundo “amor, más guapa que nunca”.
Hazme sentir única para tus ojos. Venga, engáñame una vez más. Miénteme.
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